Con el fin de proteger la salud de las personas y al medio ambiente, el gobierno capitalino retirará todos los termómetros y maumanómetros de mercurio de los 28 hospitales de la red del Distrito Federal.
Los secretarios de Salud, Armando Ahued, y del Medio Ambiente, Martha Delgado, hicieron el anuncio al encabezar la reunión nacional sobre sustitución de mercurio en hospitales del país, que se efectuará el 5 y 6 de noviembre en el hospital de Xoco de la ciudad de México.
Ahued Ortega puntualizó que con ello México se convertirá en la tercera ciudad en el mundo, junto con Buenos Aires, Argentina, y Nueva Delhi, India, en sumarse a la iniciativa que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Salud sin Daño.
Refirió que al año en los hospitales se rompen 55 mil termómetros en promedio, es decir siete por día, cuyo metal se infiltra en el suelo y al contacto con el aire expide un gas, que en 80 por ciento es inhalado y penetra a los pulmones y al torrente sanguíneo.
Señaló que además de los graves riesgos que ocasiona al medio ambiente el mercurio provoca daños a la salud y afecta la sangre, los sistemas inmunológico y nervioso central, a mujeres embarazadas y a sus productos, daño cerebral, depresión y fatiga.
El funcionario explicó que esta es una iniciativa global que tiene como finalidad lograr en la próxima década la virtual eliminación de termómetros y tensiómetros a base de mercurio y sustituirlos por otras alternativas precisas y económicamente más viables.
Por ello, dijo, se trabajará conjuntamente con la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal para el confinamiento de ese metal y en los hospitales se hará con un equipo especializado para recolectar los termómetros y aparatos que usan mercurio.
El secretario de Salud capitalino explicó que los especialistas de la Secretaría del Medio Ambiente se harán cargo del manejo de estos residuos.
Sobre el tema, la secretaria del Medio Ambiente local, Martha Delgado, informó que el mercurio y sus compuestos son considerados sustancias tóxicas, persistentes y bioacumulables, y que industrialmente se clasifica como inflamable, explosivo, tóxico y peligroso.
Agregó que los compuestos de mercurio en los organismos vivos se acumulan en los riñones y en el cerebro y puso como ejemplo el caso de las aves que se alimentan con peces contaminados y han presentado síntomas en la reducción de sus habilidades para volar.
Subrayó que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha convocado a iniciar negociaciones para lograr un convenio internacional obligatorio para reducir y sustituir las fuentes de mercurio que representan un problema mundial.
En entrevista, recordó que en el presupuesto del Distrito Federal se prevé tanto la sustitución de termómetros y aparatos que usan mercurio en los hospitales como el manejo seguro de ese compuesto.
Mencionó que para ese fin se usarán los servicios de una empresa especializada en manejo de residuos peligrosos y se enviarán a Nuevo León porque en la ciudad de México no se tiene un sitio para el confinamiento de estos residuos.
